Cristo Rey
Cuando celebramos a Cristo Rey, no estamos hablando de poder político. Ese es el único tipo de rey que Pilato reconoció. Las primeras dos lecturas describen en términos poéticos cómo es el reino de Cristo: un reino sacerdotal de gloria y poder que nunca terminará. Pilato estaba juzgando a Aquel que un día lo juzgaría a él. Quería saber si Jesús afirmaba ser rey, o si los judíos que querían destruirlo estaban detrás de los rumores de realeza. Jesús no niega su realeza; después de todo, dice que su propósito en la vida es la Verdad. Si estuvieras leyendo esto en la Biblia, verías la respuesta de Pilato: “¿Qué es la verdad?”
Para Jesús (y para nosotros), la verdad es la relación entre Dios y el pueblo de Dios. Dios es la fuente del universo, la fuente de toda vida. Jesús vino a mostrarnos la verdad del amor de Dios por todas las personas. El reino divino es simplemente la forma en que nos relacionamos con Dios y entre nosotros. Nos unimos a ese reino, no firmando una lista de miembros, sino viviendo una vida de amor: amor a Dios y a los demás.
Entonces, ¿por qué Jesús no utiliza todo ese poder y gloria para hacer que todos lo sigan? Porque Dios nos pide que seamos humildes como Jesús. Dios no obliga a la gente a creer. Ese es el otro lado de la Verdad: quién es Dios y quiénes somos nosotros. Si crees en Dios, comienzas a ver a Dios en las personas que amas, en las personas que necesitan ayuda, incluso en las personas que no nos caen bien. Incluso vemos a Dios en la belleza y esplendor de la creación. Hace unos años, cuando escuché que los científicos estaban comenzando a aceptar que el universo era infinito, tenía miedo que eso iba a causar que la gente rechazara la idea de Dios. Pero luego se me ocurrió que un Dios todopoderoso haría un universo infinito para mostrar la gloria divina.
Hoy Jesús nos invita a aceptar la verdad y convertirnos en miembros de su reino. El impuesto es lo que elegimos libremente dar; el ejército son aquellos que se entregan libremente al servicio de los pobres, los enfermos y los que buscan a Dios. Y las leyes de este Reino son sencillas: amar a Dios con todo tu ser y amar al prójimo como a ti mismo. Y eso es la Verdad.
Tom Schmidt