Parece que la Iglesia primitiva tenía una visión del Adviento diferente a la nuestra. La Navidad ni siquiera se celebraba en los primeros dos siglos después de Cristo. La Pascua era la gran fiesta original de la Iglesia. Después de la resurrección, los cristianos esperaban que Jesús volviera en su gloria. Esperaban que este regreso ocurriera pronto, por eso vemos referencias en las cartas de Pablo a la “venida de nuestro Señor Jesús” (1 Tes 3,13) o al “día de Cristo Jesús” (Fil 1,6). Así que, en cierto sentido, el resto de sus vidas fue un largo Adviento, un tiempo de esperar al Señor.
En la segunda lectura hoy, escuchamos lo que Pablo recomienda para la gente de Filipos mientras esperan el regreso del Señor. Reza para que su amor crezca y madure, para que “escoger siempre lo mejor” (Fil 1,10). Esto puede sonar vago, pero es un muy buen consejo, incluso para nosotros hoy día.
A medida que nos vamos convirtiendo en mejores cristianos, aprendemos a amar lo que es importante. ¿Te acuerdas cuando eras joven y te encantaba la comida no saludable? A medida que crecías, aprendiste a apreciar los alimentos más saludables. Eso no significa que algunos alimentos sean malos (¿cómo podrían ser malos los nachos?), sino que hay mejores opciones.
Por eso, Pablo nos anima a tomar mejores decisiones: los amigos que escogemos, los libros que leemos, cómo pasamos el tiempo libre, las caridades a las que donamos y los valores que enseñamos a nuestros hijos. Por ejemplo, es bueno enseñar a los hijos a trabajar duro y ahorrar dinero pero puede ser aún mejor enseñarles a responder al llamado de Dios y a ser generosos con los pobres. Una buena forma de descansar puede ser leer una novela escrita por nuestro autor favorito pero una manera aún mejor puede ser leer un buen libro espiritual.
Ahora que nos quedan menos de tres semanas de Adviento, pidamos al Señor que nos ayude a “escoger siempre lo mejor” en nuestras vidas. También esperamos Su venida y tenemos la ventaja de saber que el Señor viene a nosotros en la Palabra y los Sacramentos. No tenemos que esperar hasta el fin de los tiempos o incluso hasta la Navidad, así que ¿por qué no intentar estar preparados ahora?