Tercer domingo de Cuaresma
Como ya han pasado unas semanas de la Cuaresma, podemos echar un vistazo a lo que significa alejarse del pecado y ser fiel al Evangelio. Un buen lugar para empezar serían los Diez Mandamientos. La lectura del Éxodo nos presenta una de las primeras listas de los Mandamientos. En este pasaje, Dios explica algunas leyes para mostrar cuán serias son. En el primero, Dios incluye hacer imágenes para adorarlas. Ahora, se podría llegar a la conclusión de que todas las estatuas y crucifijos dentro de las iglesias deben ser destruidos. No es así.
En los días de Moisés, la gente de otras culturas hacía imágenes de sus dioses y declaraba que esa imagen era el dios y debería ser adorada. El Señor quería que su pueblo se acordara que Dios no puede limitarse a una imagen o una idea. Eso sigue siendo cierto hoy en día. Las imágenes y estatuas están hechas para ayudarnos a orar a Dios, no a esa obra de arte. En ese sentido, es semejante a utilizar una hermosa puesta de sol o una escena de montaña para ayudarte a orar.
Por otro lado, algunas personas dan un significado supersticioso a los artículos religiosos. Un ejemplo podría ser enterrar una estatua para ayudarte a vender tu casa. Si quieres pedirle un favor a Dios, sólo pídeselo. Es mucho más probable que Dios escuche una oración sincera que una acción supersticiosa.
La razón que Dios da para el primer mandamiento es que él es un Dios apasionado, que ha elegido a los israelitas para que sean su pueblo. Cuando castiga el pecado, permite que el efecto de nuestras malas decisiones nos haga daño a nosotros y a quienes nos rodean. Pero cuando nos arrepentimos y cambiamos de conducta, su amor es eterno.
Dios también enfatiza algunos mandamientos repitiéndolos. Nos dice que no robemos a los demás y que tampoco planeemos robarle a nuestro prójimo. Lo mismo ocurre con el adulterio, planearlo es tan malo como hacerlo. Tomar su nombre en vano originalmente significaba cometer perjurio después de jurar decir la verdad. Esto es semejante al octavo mandamiento sobre dar testimonio falso.
Jesús simplificó todos estos mandamientos cuando nos recuerda amar a Dios con todo el corazón y amar al prójimo como a uno mismo. Recordemos eso mientras nos alejamos del pecado para servir mejor a Dios durante la Cuaresma.
Tom Schmidt