La Epifanía del Señor
¿Sabías que la única razón por la que decimos que hubo tres reyes magos es porque trajeron tres regalos? La Biblia nunca dice cuántos eran ni sus nombres. Los regalos nos hablan de quienes los dan. Y estos regalos especiales (oro, incienso y mirra) nos dicen mucho.
Cuando un rey visitaba o enviaba un embajador a otro, le daba un regalo de oro para demostrar que reconocía el reinado del otro. Así que, el primer regalo de los reyes magos nos demuestra que reconocieron a Jesús como Rey. El segundo regalo es un tipo de incienso, que se utilizaba en tiempos de Jesús para adorar a Dios. Así que, este regalo demuestra que los Reyes Magos están rindiendo homenaje a la divinidad de Jesús. El regalo de la mirra es un óleo que se utiliza para ungir a los moribundos. Nos recuerda del sufrimiento y la muerte de Jesús en la cruz.
Entonces, ¿qué dones tenemos para Jesús? Quizás los reyes magos nos pueden dar una pista. Si reconocemos a Jesús como rey, tal vez un regalo mejor que el oro sería prometerle obediencia. Cada día podemos prometer vivir nuestra vocación lo mejor posible, amar a quienes nos rodean y perdonar a quienes nos lastiman.
En lugar de quemar incienso, una mejor manera de rendir homenaje a la divinidad de Jesús sería tomarse un tiempo para rezar durante el día. Algunas personas pueden asistir a Misa diaria, otras dedican tiempo a la adoración ante el Santísimo, o incluso unos momentos de su tiempo de almuerzo para rezar el rosario.
En cuanto al don de la mirra, podemos regalarle a Jesús las cruces que cargamos todos los días. Cuando aceptamos el sufrimiento en nuestras vidas, especialmente lo que es causado por nuestros pecados, nos entregamos a Jesús como él se entregó por nosotros en la cruz.
La canción “Little Drummer Boy” (el pequeño tamborilero) nos recuerda que el mejor regalo no es necesariamente el más caro. Más bien, es un regalo sencillo que sólo nosotros podemos dar. Que la Epifanía nos recuerde ofrecer n